martes, 30 de mayo de 2017

fanfic



Sherlock, Watson, y los códigos


Una noche de verano en pleno agosto, un hombre entró a robar a casa de Watson mientras que él estaba de viaje y su mujer estaba en casa. Ella claramente se asustó al oír ruidos en la casa. Cuando vio algo pasar por la puerta de la habitación y se asomó para ver lo que pasaba, había un ladrón en su casa que estaba robando papeles de Watson sobre cuando estuvo en la guerra, cosas confidenciales . Cuando el ladrón vio a la mujer le asestó un golpe que la dejo inconsciente.

Al poco tiempo, llegó Watson a su casa y vio en el suelo a su prometida y en cuanto la vio la llevó al hospital y allí cuando se despertó le contó a Watson lo que había ocurrido:

-Cariño anoche entró alguien a robar en casa que creo que te conocía, lo único que pude ver es que se llevaba unos papeles de tu despacho.

-¿Viste de dónde saco los papeles?

-No cariño, estaba todo revuelto y no vi de dónde eran, tendrás que ir tú y ver lo que falta.

-Vale, me sabe muy mal tener que dejarte aquí sola en el hospital, pero tienes que entender que había papeles muy importantes de mi pasado, y si los roban puede ser muy peligroso.

-No te preocupes cariño, ve a casa y mira lo que falta.

-Adiós.

Cuando Watson llegó a casa vio que faltaban los papeles que él esperaba, los de la guerra. Ahí había códigos de lanzamiento de unos misiles nucleares enterrados hace mucho tiempo, y en cuanto lo supo fue y llamó a Sherlock y le informó de lo que había pasado, y le preguntó si podía ir a su casa para hablar y le dijo que sí.

Cuando Sherlock llegó:

-Watson,  ¿entonces qué ha pasado?

-¿Te acuerdas de los papeles de los que te hable?

-Sí

-Pues me los robó el otro día un ladrón que entró en mi casa mientras que yo no estaba y estaba mi mujer y necesito que me ayudes a encontrarlo y recuperar los papeles.

-Vale Watson, pero vamos a mi casa en Baker Street que estaremos más seguros.

-Vale, vámonos.

Sherlock y Watson fueron a casa a casa de Sherlock y allí hablaron de lo que podían hacer.

-Watson he pensado mientras que veníamos hacia aquí que le podíamos tender una trampa.

-Sí, pero cómo vamos a saber por donde va a estar, tenemos que hacerlo rápido, podría lanzar los misiles de aquí a nada,  ¿qué hacemos?

-Tú sabes dónde enterrasteis los misiles, y si no me equivoco, el ladrón será alguien que te tenía vigilado muy de cerca o incluso que fue compañero tuyo en la guerra y está resentido por que te confiaron a ti los códigos de lanzamiento y se quiere vengar. Y lo que te pregunto yo ahora, ¿tenias algún compañero con el que estuvierais muy emparejados en querer ser los mejores?

-Pues ahora que lo dices sí, Eden y yo eramos muy trabajadores, queríamos ser los mejores y al final cuando todo se disolvió me dieron a mí los códigos de lanzamiento, y Eden se enfadó. Pero creía que eso ya lo había superado, y que no le había afectado tanto. Pero ahora, después de 15 años, me ha estado espiando para saber donde los tenía.

-Pues ahora ya sabes a quién hay que buscar, a ese tal Eden. Pero primero vamos a ver a un amigo para tenderle la trampa que te había dicho.

-Vale, vamos cuanto antes nos pongamos en marcha, mejor.

Se pusieron en marcha y Watson le dijo que primero quería ir a donde estaban los misiles, por si acaso alguien había estado husmeando, y poner una cámara para controlar lo que pasaba y le dijo Sherlock:

-Watson,  si vamos a ese sitio donde quieres ir no nos va a dar tiempo a ir a ver a mi amigo, tendríamos que ir mañana y hasta tú has dicho que hay que darse prisa ¿qué hacemos entonces?

-Vamos a ver el sitio y asegurarnos de que no ha habido nadie aún husmeando los misiles y colocamos la cámara en un sitio seguro.

-Vale Watson, lo que tú digas.

Y cuando llegaron, vieron que ya había habido alguien allí, pero no sabían si había sido el ladrón o no. Colocaron la cámara, y Watson le pidió que lo llevara al hospital por que su mujer aun estaba allí después del golpe que se llevó del ladrón. Cuando Watson llegó, ella estaba durmiendo y no la quiso despertar. Se despidió de Sherlock y se quedó en el hospital haciéndole compañía. Sherlock le dijo que se iría a casa y que por la mañana vendría a por él.

Al día siguiente, Sherlock fue a por él y fueron a ver al amigo de Sherlock después de llevar a la mujer de Watson a casa  ya que le habían dado el alta. Fueron entonces a ver al amigo de Sherlock y le dijeron:

-Dante, ¿te acuerdas de mí?, soy Sherlock, he venido porque necesito un favor.

-Hombre, Sherlock, cuanto tiempo sin verte. Claro, pídeme lo que quieras, sabes que somos amigos.

-Mira, este es Watson, mi cliente en este caso, le han robado los papeles con unos códigos muy importantes no sólo para él sino para todo el mundo. Son códigos de unos misiles que fueron enterrados,  ¿me podrías ayudar?

-Claro, dime lo que tengo que hacer y te ayudaré.

-Vale, pues habíamos pensado en tenderle una trampa al ladrón de los papeles, pero no sabemos como ¿tienes alguna idea?

-Podría pensar algo, pero tardaría algo de tiempo ¿lo comprenden?

Sí, dijo Watson, pero también dijo:

-Le pusimos unas cámaras en el sitio donde están los misiles por si se le ocurría andar husmeando por allí, ¿podríamos poner los ordenadores con la cámara en tu casa?

-Claro.

Y en ese momento, Dante se puso a pensar sobre qué trampa hacerle y Sherlock y Watson se pusieron a montarlo todo. Cuando pusieron la cámara en el ordenador, vieron que ya había habido alguien husmeando y cavando en el sitio de los misiles. En el momento que vieron eso, se fueron a un descampado cerca de Oxford Street, que es donde estaban escondidos los misiles, pero no vieron a nadie. En ese momento, a Dante se le ocurrió poner un sensor alrededor de la excavación que había hecho ya, y ellos acampar cerca de allí.

Esa misma noche, fue el ladrón, y allí le estaban esperando Sherlock y Dante. Cuando los vio, le hablaron y le dijeron que qué hacía allí. Él le dijo que podría decir lo mismo cuando Sherlock dijo:

-No, usted no podría decir lo mismo, porque yo soy el que está investigando este caso, y usted, si no me equivoco, es el ladrón.

-Sí, lo ha acertado, ¿me podría decir quien es? Pero si no me equivoco, usted es Sherlock Holmes, ¿verdad? sabía que si iba a por Watson usted iba a estar metido en el caso.

-Bueno, pues como ya lo sabe, mire, este es mi compañero Dante, el que me ha ayudado a cogerte con las manos en la masa y aquí estas.

- Watson ¿donde se supone que está?

-Si mira hacia atrás los descubrirá.

Cuando el se giró, vio a Watson con un policía al que le había contado todo lo que había pasado y que en cuanto lo vio lo detuvo y le dijo:

-Muchas gracias Sherlock y Watson. Llevamos mucho tiempo detrás de este tipo. Por fin lo hemos atrapado con las manos en la masa. Con su permiso me lo llevo detenido. 

Espere un momento, le dijo Watson, él tiene los papeles de los códigos de lanzamiento regístrelo.

-¿Se refiere a esto?

-Sí, muchas gracias señor agente, ya se lo puede llevar.

Y en ese momento todo acabo, ya solo quedaba ir a ver a la mujer y ordenar la casa y todo quedaría en paz y tranquilidad hasta el próximo caso. 

Víctor Rodríguez 4ºC 










No hay comentarios:

Publicar un comentario